Clorofila Líquida: ¿Es tan buena como dicen?
Este articulo lo extrajimos de un blog muy simpático que recomendamos de una muchacha mexicana que se llama jugo de vida.
Todas las plantas verdes contiene clorofila. Es una sustancia que les ayuda a absorber la luz del sol y transformarla en energía.
Desde hace ya tiempo, se puso de moda comprar la clorofila líquida y poner un poco en nuestra agua para beber, para obtener así, todos los beneficios de esta substancia en nuestro cuerpo.
Yo misma la llegué a comprar y me sentía muy sana por tomarla y cargar con mi botellita verde para todos lados. Hasta que me volví Health Coach y aprendí a leer los ingredientes de todito lo que me llevo al cuerpo.
De hecho, la clorofila fue uno de los primeros productos que leí:
Ésta, fue la última botella que compré de clorofila. Después de leer que tenía Parabenos, tuve que tirarla a la basura. Sobre todo después de haber tenido endometriosis, miomas y quistes.
Los parabenos son una de las substancias más dañinas para nuestro cuerpo y nuestras hormonas, ya que están ligados muy de cerca con el cáncer de seno, problemas de tiroides, hormonas, endometriosis, quistes, miomas, etc, etc, etc.
Los parabenos sirven para darle más vida a los productos y preservarlos “frescos” sin que se echen a perder. Normalmente se los ponen a las cremas, desodorantes y productos de belleza que nos ponemos en la piel, de esta forma llegan tranquilamente a nuestra sangre y comienzan a acumularse.
Ahora, imagínate que con la clorofila líquida, los parabenos llegan directamente a tu estómago y por consiguiente a tu riego sanguíneo de inmediato.
Así que si consumes en la actualidad clorofila líquida, asegúrate de que no contiene substancias tóxicas y conservadores artificiales o parabenos.
“La mejor forma de consumir clorofila, es mediante las verduras” piensa en kale, acelgas, espinacas, coles, lechugas, nopales, etc, etc. y si lo quieres líquido, nada más fácil que hacerte un glorioso jugo verde o un smoothie, mmmmm!
TAREA: Leer todas, repito, TODAS las etiquetas de lo que compro.
No, la ignorancia no es felicidad, puede ser enfermedad.
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